Fantasmas al otro lado del espejo.
Mientras limpia el espejo mira a su otro yo, el que se refleja frente a él. Un tipo alto, pelo negro rizado, ojos tristes detrás de un gesto de indiferencia, adquirido tras el paso de bastantes otoños. Observa su figura delgada, hombros anchos y manos gruesas; después abandona a su otro yo trabajando al otro lado del espejo, como si fuera un extraño y ya no se conocieran. Un fantasma del ayer.
Fantasmas del pasado que vuelven para susurrar al oído de los vivos.
Comments
Post a Comment