Gente de otra época, lluvias de otros tiempos. 

/_ ¿Qué tal la clase?, ¿o habéis hecho pirola?_ pregunta Mónica risueña, antes de recibir el cigarro encendido que le pasa su amiga.

_ Que va, esta semana no he faltado ningún día_ contesta Jesús.

David no entra de momento en la conversación, solo conoce a Yoli de vista, y a Mónica nunca la había visto. Aunque ahora que la ve, reconoce que no está nada mal, cara bonita, pelo largo liso y unas caderas que ya prometen más de lo suficiente.

_ ¿Fumas?_ le pregunta Mónica pasándole el cigarro.

_ Sí_ no acierta a decir más, le ha pillado de improviso y esos ojos brillantes mirándole de frente terminan por intimidarlo. Le da tres caladas casi seguidas al cigarro y se lo pasa a su amigo. Maldita sea, piensa; esos ojos lo han puesto nervioso y ni siquiera el humo del cigarro que expulsa por la boca  parece salir en condiciones, forma espesas nubecillas grises que parecen no querer disolverse en el aire./

Quién pudiera volver a vivir momentos así, se dice Mario cerrando la agenda con nostalgia al ver acercarse gente por la calle 

Fantasmas del pasado que vuelven para susurrar al oído de los vivos.