Ojos rasgados, palabras de honor.
_ Hubiera preferido que no aceptaras_ le confiesa la chica_, es muy peligroso, no me gusta verte involucrado_
_ Llegué a un acuerdo con él_
_ Todavía puedes pensártelo_ reclama la chica. El joven niega con la mirada.
_ Soy hombre de palabra y, ya la di_ guarda una pausa_ Además si tu corres peligro yo quiero estar a tu lado_ La chica acerca su mano a la del joven rozándola con dulzura, sin quitar por un instante sus ojos negros de los ojos también oscuros que la miran apasionados.
_ Lo mío es diferente, forma parte de mi trabajo. Es mi deber_ explica la chica.
_ Lo mío forma parte de mi destino. Yo no pedí perderme en tus ojos, ni saber de tus labios, ni pensar todo el día en ti_
Sombras del ayer.
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